Construye un receptáculo capaz de sostenerte en el medio líquido tormentoso, evitará que las aguas te engullan y quedes hundida para siempre.
Introduce dentro todos aquellos elementos que han de servirte para restaurar una vida nueva.
Trátalos con esmero, limpia, separa, reúne de nuevo y hasta que llegue su momento guárdalos de las miradas ajenas, guárdalos encarecidamente.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente ...he ahí la paloma de la paz.