miércoles, 25 de octubre de 2017

Beatificación en Sagrada Familia de Barcelona de 109 mártires claretianos









DESCRIPCIÓN Y SIGNIFICADO DEL ICONO

Rodeada de un cielo estrellado, la Virgen aparece en actitud orante, intercediendo por sus hijos.

Su Corazón, insignia identificativa de los Misioneros Claretianos, es el punto central del icono, alrededor del cual gira todo.

Sobre él arde una llama viva. Dentro de ella, avivándola, encontramos el fuego del Espíritu, personificado por la paloma en descenso. Un bello símbolo también de la regeneración espiritual del hombre en este mundo y de la Fe en la nueva Vida inmortal que acontecerá cuando seremos redimidos por el Fuego y vivificados por el Espíritu Santo. “Él os bautizará con Espíritu Santo y Fuego” (Mt 3,11).

En un plano inferior encontramos el manto que cubre a la Virgen, que representa el mundo en que vivimos. Aparecen en él siete llamas, símbolo de los grupos comunitarios a los que pertenecían los mártires. Debajo, 109 pequeñas llamas representan a cada uno de los mártires, hombres que “ardían en caridad”, encendidos en el fuego del Espíritu Santo como en Pentecostés.

A un lado de la Virgen, y cubiertos por su manto, aparecen los tres mártires que representan y encabezan el conjunto de los 109 mártires, según las tres vocaciones diferentes dentro de la Congregación de los Misioneros Claretianos: Mateu Casals, presbítero, que en representación suya y de sus compañeros, lleva la palma, atributo de martirio; Ferran Saperas, hermano, que gira la mirada hacia adentro mostrando las palmas de las manos en actitud de aceptación, y Teófilo Casajús, estudiante, que junta las suyas en señal de oración.

Al otro lado, se muestra al Fundador de la Congregación, San Antonio María Claret, que lleva báculo, atributo de obispo, y que bendice con la mano derecha a sus “compañeros-llamas” representados junto a él.

Se trata de un icono y por tanto, de un elemento litúrgico que, una vez sacralizado, conserva en su interior todos los aspectos invocados, como una invitación a la oración, a la contemplación y la celebración.






Con todo mi cariño a la Comunidad de los misioneros Claretianos ​y el agradecimiento expreso, por la oportunidad dada, de realizar este icono que me ha acercado a estos mártires custodios de pureza ​y cuyos valores espirituales impregnan de ternura y a la vez de fortaleza, el corazón de aquellos que han conocido su historia.  






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3 comentarios:

pallaferro dijo...

Un trabajo excepcional, para una celebración excepcional y en un marco excepcional!!!

Enhorabuena por este éxito y muchas, muchas felicidades!!!

Mara dijo...

Enhorabuena, Laura.
Emocionante y espléndido.
Gracias por compartirlo.

Ray dijo...

Maravilloso, emocionante, conmovedor... te felicito de todo corazón, Laura, amiga. Bendiciones y abrazos de colores.