viernes, 27 de mayo de 2022

Varón y Hembra los creó


Uno de los capiteles de la Colegiata de Santa María la Mayor de Alquézar nos muestra dentro de una mandorla abierta y manifestada por cuatro ángeles, a Dios otorgándole la vida al hombre. 


El escultor visualizaba a Dios trino como un espacio vertical que, complementándose con un Adán horizontal, formaban una cruz griega, símbolo de la unión-sujeción de las fuerzas antagónicas que rigen el universo.

Adán, de rigidez inmóvil contrasta con la elasticidad y actividad divina. Los tres rostros divinos aluden tanto al devenir del tiempo como al misterio trinitario. La interacción de Dios con Adán en esta escena difiere de lejos de los típicos ejemplos donde, inclinado sobre el cuerpo desnudo del recién creado, le sopla el aliento para insuflarle el alma. En esta imagen Dios sujeta a Adán como si de algo suyo se tratara, llevando ambos vestiduras similares. El Creador, extendiendo su mano, toca la sien de Adán. Una forma inédita de otorgarle el alma. 

Ignoramos si tras la reconquista esta fortaleza musulmana reconvertida en colegiata cristiana, en los siglos X-XI -época de la elaboración del capitel-, las tradiciones y leyendas de sus habitantes seguían aún presentes. 

Encontramos en las azoras coránicas la creencia de que Adán y su alma no se poseyeron de forma inmediata, sino que su asimilación duró varios cientos de años. Cuando el Creador le insufló parte de su espíritu, lo hizo de palabra ordenándole al alma que entrara en Adán. Ésta, fue animando lentamente las diferentes partes del cuerpo a medida que iba penetrando en ellas. De ahí posiblemente que el Adán representado en el capitel permanece en tal estado de rigidez.

Encontramos asimismo especificado en dichas suras la posible puerta de entrada por la que accedió el alma en el Hombre: según unas entró por su boca y se dirigió inmediatamente al cerebro y según otras, entró por su fontanela hacia sus ojos.  

Quizá ésta es una configuración muy acertada de cómo el escultor de aquella época, de aquella cultura y de aquel lugar, percibía la forma en que el espíritu revivificador entraba en el cuerpo de Adán.

 

Como curiosidad, hacer notar que dicha escena se empieza a iluminar actualmente, en las fechas próximas al solsticio de verano, por la zona indicada en las suras coránicos.


Los rayos del Sol tocan en primer lugar la cabeza de Adán 
iluminando paulatinamente el resto de su cuerpo y del capitel.

Casi, casi, como si del espíritu divino se tratará.


Dibujo elaborado al temple al huevo con pigmentos naturales. Disponible para su venta. En tabla y en papel.


10 comentarios:

ipomar47 dijo...

¡Magnífica!. Nunca imaginé una representación como esta de este capitel. Quizás hace 800 años los colores no fuesen tan distintos de los que has utilizado en este dibujo.
La explicación también fantástica.

Álvaro dijo...

Sensacional.

pallaferro dijo...

Una buena recreación iluminada de la escena de la creación. Y, además, nos has iluminado, con tu interpretación hermeneutica, insuflando una pequeña semilla de conocimiento transcendental!
Si germina esa semilla, más allá de las leyes del plano físico, otros planos no materiales seran intuidos...
Un fuerte abrazo,

Helma dijo...

Me maravilla tu capacidad de plasmar lo esencial de una obra. Pregunta de ignorante:  por qué se llama Varón y hembra ? Tal vez en otra mandorla la historia sigue. M'agrada molt ...i els colors!!!

Baruk dijo...

B​on dia​ Helma. En teoría ​l'​Adán primigenito era hermafrodita, o sea, ​varón​ y hembra a la vez. Después, al tiempo, cayó en un sueño y Dios lo dividió en dos géneros. La entrada me pedía un título y éste me pareció oportuno.

Guille Blanc dijo...

Impresionante. Muchas gracias por compartirlo, siempre es un placer aprender leyéndoos.

Baruk dijo...

Muchas gracias a ti Guille, por tus palabras, por estar y porque eres sensible a lo que a muchos les deja indiferente. Abrazines!

chis dijo...

Una vez más demuestras tu especial capacidad para penetrar, interpretar, explicar y recrear el simbolismo que subyace en el arte y la obra románica. Pasa por tus manos y se renueva sin perder la originalidad propia de la obra genuina.
Ésta de Alquézar, escultórica en origen e impresionante en sí misma, es una buena muestra de tus cualidades para la ejecución pictórica. Se podría decir que te viene y te queda " que ni pintada". Felicidades y gracias!
Pudiera ser también que el dedo de Dios apunte al oído, que a través del hueso temporal se comunica con el cerebro.
Un fuerte abrazo

chis dijo...

Añadir a lo anterior, la lección de teología / cristología que implica

Otro abrazo

Baruk dijo...

​Si Chis, como tu dices hay quienes piensan que apunta al oído y bien podría ser, difícil saber dónde toca el dedo del Creador o si toca realmente. Esa manera de plasmar la creación del hombre es muy inédita y sale de los cánones conocidos. Gracias a ti por estar y por tu opinión que valoro mucho. Un abrazo